El balance hídrico en un territorio se define mediante tres flujos principales de agua: precipitación, evapotranspiración y escorrentía. El agua disponible para los requerimientos de la sociedad y los ecosistemas depende directamente de la escorrentía natural.
El esquema muestra los componentes del balance hídrico, así como los usos de agua, estimados sobre el territorio continental de Chile (periodo 2000-2020). Producto de un aumento en la evapotranspiración, la agricultura y la silvicultura son los principales sectores mediante los cuales las actividades humanas alteran el balance hídrico. Estas modificaciones son pequeñas a escala nacional, pero muy significativas localmente, provocando altos niveles de estrés hídrico en algunas cuencas del país.
Para mayor información, ver el Informe a las Naciones del (CR)2: Seguridad hídrica en Chile: Caracterización y perspectivas de futuro.
La disponibilidad hídrica se refiere a la cantidad de agua accesible en superficie para satisfacer las demandas humanas (ej., saneamiento, agricultura) y naturales (ej., recarga de acuíferos, ecosistemas) en una determinada región y período de tiempo. Este monto se define como el flujo de remanente de agua superficial entre precipitación y evapotranspiración natural (sin contabilizar perturbaciones inducidas por actividades humanas).
En el siguiente diagrama interactivo puede explorar y comparar los flujos (en m3/s) estimados de precipitación, evapotranspiración natural y disponibilidad hídrica para las distintas regiones de Chile y décadas desde 1960.
Los usos de agua corresponden a los consumos humanos (agua potable) y de distintos sectores productivos (ej.: agropecuario, minería y energía). Aquellos usos que se restituyen al sistema y no afectan al balance hídrico de una cuenca en el largo plazo se clasifican como no consuntivos (ej.: agua utilizada en una central hidroeléctrica de pasada). Aquellos usos que sí afectan el balance hídrico se clasifican como consuntivos (ej.: excedente de evapotranspiración en cultivos agrícolas).
En el siguiente diagrama interactivo puede explorar y comparar los consumos de agua potable y otros usos consuntivos de agua en Chile estimados para distintos sectores, regiones y décadas.
La seguridad hídrica (SH) se refiere a la capacidad de una sociedad para garantizar el acceso a agua suficiente y de calidad para satisfacer las necesidades básicas de la población, la producción de alimentos y energía, la preservación de los ecosistemas y la adaptación al cambio climático, entre otros aspectos. Una manera de cuantificar la SH es mediante la razón entre los usos consuntivos y la disponibilidad superficial dentro de un territorio o cuenca (Indicador de Estrés Hídrico o IEH). En general, se considera que una cuenca tiene una condición de alto estrés hídrico cuando esta razón o IEH sobrepasa un 40 % en el mediano plazo (5 a 10 años). Un valor elevado del IEH aumenta el riesgo de experimentar problemas de escasez hídrica.
En el siguiente diagrama interactivo puede explorar los valores de IEH en Chile, estimados para las distintas regiones y décadas.